Rayos X, también conocido como radiografías, es una parte esencial de cualquier plan de tratamiento de cuidado dental. Son diagnósticos, pero también pueden ser preventivos, ayudando a un dentista a diagnosticar posibles problemas de higiene bucal en la boca del paciente antes de que se conviertan en un problema importante.
Una radiografía es un tipo de energía que pasa a través de los tejidos blandos y es absorbida por el tejido denso. Los dientes y el hueso son muy densos, por lo que absorben rayos X, sin embargo estos pasan más fácilmente a través de las encías y las mejillas.
Los rayos X se dividen en dos categorías principales: intraorales y extraorales. Intraoral es una radiografía que se toma dentro de la boca. Una radiografía extraoral se toma fuera de la boca.
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